OLIVIA FARNSWORTH, LA NIÑA QUE NO SIENTE DOLOR, HAMBRE O FATIGA

Las personas se dieron cuenta por primera vez de que algo andaba realmente mal cuando Olivia Farnsworth tenía cinco años. Se había caído y sus dientes inferiores le habían atravesado el labio inferior. Aunque tenía un corte feo y necesitaba cirugía inmediata, no sentía ningún dolor. Su calma sorprendió a todos. El médico incluso hizo la cirugía sin anestesia.

Olivia, que nació en Huddersfield, Inglaterra, es la única persona en el mundo que tiene los tres síntomas de la deleción del cromosoma 6. Esta es una condición cromosómica poco común que evita que Olivia sienta hambre, fatiga y dolor.

En 2016, cuando Olivia tenía solo 7 años, se vio involucrada en un desagradable accidente automovilístico. Había salido con su madre y fue atropellada por un automóvil. Luego, el automóvil la arrastró unos 30 metros por la carretera.

Sorprendentemente, cuando el automóvil se detuvo, la niña de 7 años simplemente se puso de pie y comenzó a caminar hacia su madre. Olivia nunca derramó una lágrima, aunque estaba confundida y comenzó a preguntar qué había sucedido.

Según la madre de Olivia, Niki Trepak, la niña tenía una marca de neumático en el pecho, pero las únicas heridas fueron solo algunos rasguños y una que otra lesión leve.

Niki dice que Olivia podría haber tenido heridas graves debido al impacto, pero no fue así. Los médicos creen que lo que la salvó de más lesiones potencialmente mortales fue que no se puso tensa ni entró en pánico cuando ocurrió el accidente. Esto se debe a que su cuerpo no sintió la sensación de dolor o peligro.

La deleción del cromosoma 6 es una afección congénita en la que el cromosoma se elimina durante la división celular.

Aunque solo hay 100 personas que sufren de deleción del cromosoma 6, Olivia es la única persona que tiene los tres síntomas de no sentir dolor, hambre o fatiga. Según los especialistas que han estudiado su estado, Olivia padece un trastorno cromosómico único que le impide percibir peligro, somnolencia, fatiga, dolor o incluso hambre.

Según Niki, Olivia nunca lloraba cuando era bebé y había dejado de dormir durante el día desde los nueve meses. También era quisquillosa y no podía consumir nada más que batidos. Esta condición es extraña pero letal porque Olivia no siente hambre, dolor o cansancio, pero debe comer, dormir y evitar actividades peligrosas.