10. Atolón Bikini, Islas Marshall
Esta pequeña y paradisíaca isla esconde un
secreto: su Medio Ambiente está altamente contaminado por la radiación que
dejaron las pruebas nucleares efectuadas allí por EEUU, entre los años 1946 y
1958. Tiene unos 6 km2 de superficie con arenas blancas y aguas cristalinas,
pero está prohibido visitarlas por el alto riesgo de contraer cáncer que esto
conllevaría
fueron una serie detonaciones de 23 artefactos
nucleares realizadas por Estados Unidos entre 1946 y 1958 en
siete sitios de prueba en el mismo arrecife, en el mar, en el aire y bajo
el agua
Antes de las pruebas nucleares, la
población indígena fue expulsada al atolón Rongerik. Dichas pruebas
comenzaron en julio de 1946. A finales de los años 1960 y
principios de los años 1970, algunos de los pobladores originales trataron
de retornar desde las islas Kili, pero fueron evacuados por los altos
niveles de radiactividad.
9. Chernóbil, Ucrania
Debido a su densa población y un
fácil acceso a los recursos acuáticos, fue elegida por el Ministerio de
Energía de la Unión Soviética para la construcción de una central nuclear
a 20 kilómetros de Chernóbil.
El accidente de la central nuclear ocurrió
el 26 de abril en 1986. Fue el desastre nuclear más grande en la historia
de la humanidad. La explosión tuvo lugar en el cuarto bloque de la central
nuclear de Chernóbil, que se encontraba a tan solo 120 kilómetros de la
capital ucraniana Kiev y cerca de su frontera con Belarús.
La central nuclear de Chernóbil era en
aquel tiempo una de las centrales nucleares más grandes del mundo.
El polvo radiactivo empezó a expandirse
desde el reactor de la central nuclear destruido y ardiente y
contaminó el medio ambiente no solo en sus alrededores, sino también llegó a
lugares más lejanos.
Aunque parezca increíble, tras descubrirse que la fauna salvaje ha repoblado la zona aledaña a donde hace ya 30 años se produjo la fuga de la central nuclear, se ha creado una nueva forma de turismo, que han dado en llamar “radiactivo”, donde personas que obviamente tienen poco apego a su salud visitan las ruinas de la antigua central. El Medio Ambiente está aún contaminado por el alto grado de radiación de la zona y la entrada estrictamente prohibida.
8. Desierto de Danakil, Etiopía
Fue nombrado por Discovery como el lugar más
cruel de la tierra.
El desierto de Danakil, es una enorme
extensión de tierra situada en el Cuerno de África, en la depresión de Afar. Se
extiende por los actuales territorios de Etiopía (noroeste), Eritrea (sur)
y gran parte de Yibuti.
Las temperaturas pueden llegar hasta los 60
grados, el terreno es volcánico, el viento es caliente y arenoso, el agua está
a 90 grados y las formaciones de sulfuro, sal y azufre que brotan de la tierra,
dan al lugar un aspecto extraterrestre, pues otorgan al terreno un color amarillento
más propio de otro planeta.
En este desierto hay más de 30 volcanes
activos, como el Erta Ale o el Dabbahu y volcán Dallol que desprende llamas de
colores producidas por el azufre y otros minerales.
Este lugar es conocido a causa de sus
extremadas temperaturas y de sus extraños paisajes que parecen salidos de una
pintura surrealista. En la cuenca de los volcanes se encuentra la depresión de
Danakil donde la temperatura media es de 47ºC y el cráter de Daloll que despide
vapores tóxicos, por lo que el Medio Ambiente circundante es inhabitable, salvo
para unos pocos microbios que se han adaptado a tan extremas condiciones.
7. Gran cañón, EEUU
El Cañón fue creado por el río Colorado, cuyo cauce socavó el terreno durante millones de años. Tiene unos 446 km de longitud. Se estima que tiene una edad de 6000 años.
Al ser un afamado punto turístico, podría
pensarse que no resulta un sitio peligroso, pero dar un paso en falso aquí
equivale a una muerte segura, ya que las alturas son pasmosas y no hay ningún
tipo de protección para quienes se atreven a subir a sus cimas. De hecho, es el
segundo lugar donde se produce el mayor número de suicidios de los EEUU.
Son muchas las personas a las cuales les gusta la adrenalina, tal es el caso del que camino por una cuerda que estaba sobre el gran cañón.
En 2018 fallecieron 17 personas en este parque natural, aunque lo habitual es alrededor de 12 muertes al año.
6. Isla da Queimada Grande, Brasil
Isla de la Quemada Grande, también conocida
como Isla de las Cobras (en portugués: Ilha da Queimada
Grande; Ilha das Cobras) es una isla de 430.000 metros cuadrados en la
costa del estado de São Paulo, en Brasil. Es el hogar de una especie
de serpiente de la familia de las víboras (Viperidae)
conocida como 'Serpiente de la Isla Quemada' (Bothrops insularis), una de las
serpientes más venenosas del mundo La isla es el único lugar del mundo donde
habita la Bothrops insularis, una serpiente de color marrón amarillento
que puede medir hasta 70 centímetros. Las leyendas locales dicen que hay cinco
serpientes por cada metro cuadrado, mientras que un documental realizado
por Discovery Channel menciona que en algunos lugares hay hasta una
serpiente por metro cuadrado.
La habita una colonia de unas 4 mil
serpientes de las más venenosas del mundo, capaces de derretir la piel de quien
resulte atacado por ellas.
La isla que está catalogada como la más
peligrosa del mundo se encuentra en las costas del estado brasileño de San
Pablo y se considera uno de los serpentarios naturales más importantes. Está
prohibido visitarla, a menos que seas un científico y tengas un permiso
especial, pero se sabe de osados turistas que han querido ver el espectáculo de
los miles de Bothrops que habitan este insólito lugar. Tiene un faro
automático, porque los fareros que lo vigilaban fallecieron por ataque de
ofidios.
5. Lago Natron, Tanzania
El lago Natron es un lago
salado endorreico africano localizado en el Gran Valle del Rift,
en Tanzania, en la frontera con Kenia. Junto a él se encuentra
el estratovolcán Ol Doinyo Lengai. Su superficie aproximada es de
600-800 km², aunque puede llegar a alcanzar los 1040 km², y de él se extraen
sales de cloro, sodio y magnesio.
Sus aguas están teñidas de rojo por la
proliferación de algas. En él se pueden apreciar formaciones de espirales
de carbonato sódico que surgen de las profundidades de la tierra a
través de géiseres. Estas espirales decoran la superficie de sus aguas,
así como la sosa se acumula en las orillas como una espuma blanca.
Los únicos capaces de sobrevivir en este
ambiente son los peces Alcolapia alcalica, adaptados a sus duras
condiciones, y los flamencos, que consumen sus algas filtrando las aguas
alcalinas con su pico, de aquí que el color de sus plumas cambien de color a rosado.
Sus aguas alcalinas tienen un increíble pH
de 10.5 y es un líquido tan cáustico que puede provocar serias quemaduras en la
piel y en los ojos de los animales que allí se acercan y que, lógicamente, aún
no han logrado adaptarse.
Es uno de los paisajes más pintorescos de
la Tierra, un lago de color rosado producto de la alta concentración de sales
minerales disueltas en el agua. No solo está prohibido entrar en contacto con
la misma, sino que ya en las cercanías el olor pútrido del sulfuro de hidrógeno
ahuyenta a los visitantes más atrevidos. Su Medio Ambiente resulta
completamente inhospitalario y en las inmediaciones del lugar los rastros de
vida han desaparecido hace ya muchísimo tiempo.
4. Volcán Sinabung, Sumatra
En esta isla del archipiélago indonesio hay
un volcán que no solo está activo, sino que erupciona con pasmosa asiduidad,
llenando los valles circundantes de toneladas de lava hirviente, que siembra la
muerte a su paso. El último registro de una de sus catastróficas erupciones
data de febrero de este mismo año y las cenizas y gases tóxicos alcanzaron una
altura de casi 3000 metros, polucionando el Medio Ambiente circundante en
varios kilómetros a la redonda.
3. Fukushima, Japón
El 11 de marzo de 2011, un terremoto de
magnitud 9 sacudió al este del Japón, seguido de un tsunami de 15 metros que
desactivó el sistema de electricidad y enfriamiento de tres reactores de la
planta nuclear de Fukushima Daiichi y provocó uno de los accidentes
nucleares más graves de la historia.
un devastador terremoto de magnitud 9 y un
posterior tsunami con olas de hasta 10 metros de altura, provocaron el
accidente nuclear en la central atómica japonesa de Fukushima, el más grande
desde el desastre de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
El accidente se ocasionó por la
paralización de los reactores 1, 2 y 3 de la planta de Fukushima. Ante un caso
similar, la central eléctrica habría recurrido a la red eléctrica externa, sin
embargo, esta había sido destruida por el terremoto, por lo que no se pudo abastecer
los sistemas de control ni enfriar los reactores.
En la actualidad, los niveles de radiación
en la central son 20 veces superiores a los permitidos en las zonas
descontaminadas y los vertidos de agua radiactiva que están contaminando el mar
siguen haciendo inhabitable el entorno.
Más de 50.000 personas continúan negándose
a volver a sus casas debido a la falta de garantías y los altos niveles de
radiactividad
2. Monte Washington, Estados Unidos
La cima del Monte Washington es el lugar donde soplan los vientos más fuertes del planeta. La velocidad máxima registrada allí es de 327 km/h unos 105 m/s. Y si le agregas la temperatura de 40 °C bajo cero y las constantes nevadas, las condiciones resultan ser bastante duras. A pesar de que la altura de este monte es de tan solo 1917 metros, una persona en la cima de esta montaña experimenta las mismas sensaciones que un alpinista en la cima del Everest.
Persona siendo arrastrada por los fuertes vientos |
La mayoría de los tornados cuentan
con vientos que llegan a velocidades de entre 65 y 180 km/h, miden aproximadamente
75 metros de ancho, y se trasladan varios kilómetros antes de desaparecer. Y un
huracán categoría 6 puede tener vientos de más de 250 Kilómetros por hora.
1. Isla Sentinel del Norte
Es una pequeña isla de unos 59,67 km² de
superficie y unos 8 km de ancho, perteneciente al archipiélago de las islas
Andamán, en el océano Índico, administrada oficialmente por el gobierno
de India.
La exploración actual de la isla no ha sido posible en el sitio, debido a la hostil actitud y a la poca apertura de la población local hacia toda clase de visitantes y extranjeros. Tiene alrededor de 78 habitantes en la actualidad.
Son de naturaleza belicosa y agresiva, y viven en completo aislamiento de la civilización moderna. Hasta donde se sabe, no dominan el fuego y según registros históricos han asesinado a visitantes o intrusos tan pronto llegan a la isla, lo que les ha granjeado mala reputación. Ya en el siglo XIII Marco Polo los describió como gente cruel y violenta. En 2004 repelieron con flechas a un helicóptero indio que investigaba los efectos del tsunami de Indonesia; en 2006 asesinaron a dos pescadores furtivos indios que pernoctaban cerca de la isla y en 2018 mataron con flechas a un misionero cristiano estadounidense.
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